MOVIENDO MONTAÑAS – ¿qué provoca la obra artÃstica de Yoko Ono?
Moviendo Montañas
¿qué provoca la obra artÃstica de Yoko Ono?
Angélica Sátiro
Algunos viajes son a Ãtaca, otros a Pasárgada… Yo he ido a Bilbao, mientras el cambio de paisaje de la geografÃa española, me enseñaba montañas. Montañas de allà y del más allá… Montañas de mi memoria. Montañas de mi historia. Montañas de las Minas Gerais. Montañas-cuna de mis sensibilidades… ¿SerÃa un adelanto de lo que me pasarÃa? El tiempo y sus curvas por el espacio siempre me han impresionado…
Llegar al museo de arquitectura rompedora, también me hizo ver montañas. Montañas plateadas, a veces doradas, por la luz de la puesta solar. Montañas pensadas como no-montañas. Era proyección de mi mente, hecha desde un tiempo que ya habÃa pasado. Curvas en el tiempo, curvas en el espacio, curvas, curvas y vueltas.
Vaivén incansable entre el aquà y el aquÃ, el allá y el allá. Movimiento. Puro movimiento. Movimiento que habito, sino no hay existencia posible.
El viaje era hacia el universo artÃstico de Yoko Ono . ValÃa la pena mover y remover las montañas para ir allà y disfrutar de sus creativas provocaciones. Ya lo habÃa comprobado en Barcelona. ¡Es imposible salir impune del encuentro con su obra!
CUANDO LA MATERIA PRIMA Y LA OBRA FINAL ES UNA IDEA…
“Los artistas no deben crear más objetos; el mundo está lleno de lo que necesita.†(Yoko Ono, 1971) Coherente con esta premisa, la artista es considerada una de las precursoras del arte conceptual y del movimiento Fluxus. Su obra es performática, efÃmera, está en constante movimiento y no se acaba en un objeto concreto.
Quizás, su obra podrÃa ser llamada “arte filosófico†o “modo creativo de filosofarâ€. Su contenido son los temas fundamentales de la experiencia humana: la muerte, el lenguaje, el amor, los orÃgenes, la percepción, la identidad, etc. Su forma es pura provocación mental que genera un tipo de reflexión original. No hay la preocupación con un fin, con llegar a una conclusión. Quizás influenciada por sus estudios en filosofÃa Zen, su obra refleja procesos de transformación, de mutación, de cambio de conciencia. Con sus Instrucciones, Yoko Ono nos invita a viajar de modo silencioso e introspectivo, por el mundo de la imaginación y del pensamiento creativo. En el fondo, cada uno de nosotros somos parte de su obra de arte.
¿DÓNDE ESTà LA OBRA DE YOKO ONO?
Parece ser que la obra de esta artista no cabe dentro de las paredes de un museo. Aunque sean las curvas paredes del Guggenheim…
Su obra se independiza de ella, porque solamente pasando por el proceso mental de su observador, gana significado y se completa como tal. Nosotros, sus observadores-participantes-oyentes-admiradores, creamos su obra con ella. En nuestra mente, su obra se torna obra. Y su obra, cuando habita nuestra mente, nos transforma…
“Para mi el único sonido que existe es el sonido de la mente. El único objetivo de mis obras es inducir en la gente la música mental.†(Yoko Ono, 1991)
LA INSTANTANEIDAD DEL “YO†COMO TEMA
Como el dúo mente-cuerpo no está separado en este paradigma, la obra de Yoko contamina nuestros cuerpos de movimiento interior y exterior. AsÃ, improvisando, me vi performer y movà montañas… Mis montañas, aquellas que se precipitaron sobre mi en el camino. Las montañas de mis raÃces aéreas… Sentà el peso de moverlas por el mundo, la gravedad de ser uno consigo mismo y sus historias vividas e inventadas.
La provocación de Ono era aparentemente sencilla: un espacio vacÃo y blanco, una música y tres telas tiradas al suelo. ¡Nada más! Pero en mi mente, yo movÃa lo que hay de más fijo en este mundo, hacÃa la performance del arraigado desarraigo…
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Etiquetas: angelica sátiro, arte conceptual, fluxus, YOKO ONO
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